Queremos ser más productivos y para lograrlo, no le prestamos atención a las tareas más sencillas…

“contestar o enviar un e-mail, no debe de ser muy complicado”

Pero si debemos tener en cuenta algunos consejos, para que una tarea tan sencilla a priori, no nos dé calentamientos de cabeza.

Mejor dicho en lugar de consejos que tenemos que hacer, que es concretamente lo que no debemos hacer.

Lo primero para que no la líes, entre tú y yo: si estas enfadado, no contestes. Déjalo para cuando estés de mejor humor. Es mejor excusarse por la tardanza que por una frase escrita que no se puede borrar.

Y luego de mayor a menor y no por ello menos importante.

Primero haz una última lectura rápida antes de enviarlo. Y así te aseguras que contestas a lo que te piden. O estas dando toda la información que deseas. Evitaras tener que enviar otro e-mail con algún dato que has olvidado.

Comprueba el Asunto. No reenvíes el e-mail sin comprobar que el asunto está en concordancia con tu respuesta, en ocasiones no tiene nada que ver con su contenido. O peor todavía el destinatario lo desestima porque ese e-mail ya lo ha recibido.

Cuidado con el Destinatario. Comprueba que la dirección este bien escrita para que no sea devuelto y llegue justo la persona que tú deseas y así evitas que lo reciba alguien que no tenías previsto

Los servidores de correos tienen configurada la estructura de envío de tal forma que nos obligan a rellenar el destinatario en primer lugar, y por nuestra experiencia el orden a la hora de rellenar un e-mail podría ser el siguiente orden.

Mensaje: Aclaras todo lo que deseas comunicar
Contenido
Asunto: Especificas el contenido ( Quizás sea lo único que lean)
Destinatario: Envíalo a la dirección correcta

Ten en cuenta que las cosas bien hechas a la primera te ahorran mucho tiempo. Todas estas técnicas y otras más las podrás aprender en nuestra formacion El Reloj Productivo.